Descripcion del Moquillo
Enfermedad producida por un virus, altamente contagiosa y muy grave.
Suele comenzar con un catarro respiratorio que con frecuencia avanza hacia una neumonía.
En una segunda fase se produce un cuadro neurológico que suele llevar a la muerte o secuelas irreversibles.
Los síntomas principales son fiebre, fotofobia, exudado nasal purulento, síntomas respiratorios que van evolucionando hacia complicaciones nerviosas: tics, paresias, incoordinación de movimientos y, en fases avanzadas parálisis y muerte.
Prevención y Tratamiento
Al ser una enfermedad virósica, no existe tratamiento efectivo para eliminar el virus y, por lo tanto será sintomático.
Dando buenos resultados la administración de vitaminas del grupo B y antibióticos para evitar las complicaciones bacterianas.
Ante ésto, lo más importante es la profilaxis a base de vacunas que deben administrarse en edades muy tempranas ( 1,5-2 meses de vida) y revacunaciones anuales.
El moquillo canino es un virus que afecta a los sistemas respiratorio, gastrointestinal, respiratorio y nervioso central del perro, así como a las membranas conjuntivas del ojo.
El moquillo canino es una enfermedad contagiosa y grave causada por un virus que ataca el sistema respiratorio, gastrointestinal y nervioso de cachorros y perros.
El virus también puede encontrarse en la fauna silvestre como zorros, lobos, coyotes, mapaches, zorrillos, visones y hurones, y se ha reportado en leones, tigres, leopardos y otros gatos salvajes, así como en focas.
¿Cómo se propaga el moquillo canino?
El virus se transmite de perro a perro a través del contacto directo con orina, sangre o saliva fresca. Estornudar, toser y compartir tazones de comida y agua son todas formas posibles de transmisión del virus.
Los cachorros y los perros se infectan con mayor frecuencia a través de la exposición al virus en el aire de un perro o un animal salvaje infectado. Los perros infectados pueden eliminar el virus durante meses, y las madres pueden transmitir el virus a sus cachorros a través de la placenta.
El moquillo, también afecta a las poblaciones de animales silvestres, el contacto entre los animales salvajes y los perros domésticos puede facilitar la propagación del virus.
Los brotes de moquillo canino en poblaciones locales de mapaches pueden indicar un mayor riesgo de perros de compañía en el área.
¿Qué perros están en riesgo?
Todos los perros están en riesgo, pero los cachorros menores de cuatro meses y los perros que no han sido vacunados contra el moquillo canino tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas del moquillo canino?
Inicialmente, los perros infectados desarrollarán una secreción de los ojos que va de lo acuoso a lo pus. Luego desarrollan fiebre, secreción nasal, tos, letargo, disminución del apetito y vómitos.
A medida que el virus ataca el sistema nervioso, los perros infectados desarrollan un comportamiento de círculo, inclinación de la cabeza, sacudidas musculares, convulsiones con movimientos de masticación de la mandíbula y salivación, convulsiones y parálisis parcial o completa.
En la fauna silvestre, la infección por moquillo canino se parece mucho a la rabia.
Los perros que sobreviven suelen tener un daño permanente e irreparable en el sistema nervioso.
Existen 2 etapas de síntomas:
Etapa Uno:
El primer síntoma del moquillo en los perros suele ser una secreción de los ojos de tipo acuoso a pus, seguida de fiebre, pérdida del apetito y secreción nasal clara.
La mayoría de los perros desarrollan fiebre aproximadamente de 3 a 6 días después de haber sido infectados, pero los síntomas iniciales dependen de la gravedad del caso y de cómo reaccione el paciente ante el mismo. En general, los síntomas asociados con el moquillo en los perros durante las primeras etapas de la infección son:
Fiebre
Secreción nasal clara
Secreción purulenta de los ojos
Letargo
Anorexia
Tos
Vómitos
Diarrea
Dermatitis pustulosa (rara vez)
Inflamación del cerebro y la médula espinal
Si un perro infectado con moquillo sobrevive a la fase aguda de la enfermedad, también puede desarrollar hiperqueratosis de las almohadillas de las patas y la nariz, lo que le da al moquillo el apodo de «enfermedad de las almohadillas duras».
Este síntoma del moquillo hace que las almohadillas de las patas de un perro se endurezcan y se agranden, y es incómodo.
Etapa Dos:
Algunos perros desarrollan signos neurológicos a medida que la enfermedad progresa y ataca el sistema nervioso central. Estas señales son particularmente perturbadoras para los propietarios.
Inclinación de la cabeza
Andar en círculos
Parálisis parcial o total
Convulsiones
Nistagmo (movimientos oculares repetitivos)
Fasciculaciones musculares
Convulsiones con aumento de la salivación y movimientos masticatorios
Muerte
El moquillo en perros presenta algunos o todos estos síntomas, dependiendo de la gravedad del caso. Según la Asociación Médica Veterinaria «el moquillo es a menudo fatal, y los perros que sobreviven suelen tener daños permanentes e irreparables en el sistema nervioso».
¿Cómo se diagnostica y se trata el moquillo canino?
Los veterinarios diagnostican el moquillo canino a través de la apariencia clínica y pruebas de laboratorio. No existe cura para la infección por moquillo canino.
El tratamiento consiste típicamente en cuidados de apoyo y esfuerzos para prevenir infecciones secundarias; controlar los vómitos, la diarrea y los síntomas neurológicos; y combatir la deshidratación mediante la administración de líquidos.
Los perros infectados con moquillo canino deben ser separados de otros perros para minimizar el riesgo de infección.
Los resultados positivos pueden ayudar a confirmar una infección, pero un perro puede estar infectado aunque los resultados de la prueba sean negativos.
¿Cuándo es el momento de ver al veterinario?
¡Inmediatamente! Si sospecha que su perro está infectado con el virus del moquillo canino, acuda inmediatamente a su veterinario. El virus se propaga rápidamente y debe ser tratado agresivamente tan pronto como se descubre.
¿Qué perros son más propensos a la infección por Moquillo?
Los cachorros y los perros adolescentes que no han sido vacunados son los más vulnerables al virus del moquillo. Son animales con historias de vacunación desconocidas o han sido comprados en tiendas de mascotas.
Las infecciones graves se observan con mayor frecuencia en cachorros o perros adolescentes. Los cachorros menores de siete semanas, nacidos de madres que no han sido vacunadas contra el virus, son extremadamente susceptibles.
Una vez infectados, los cachorros están gravemente debilitados. A menudo el virus viaja al cerebro, causando convulsiones, temblores y temblores. Un sistema inmunitario debilitado deja a un perro infectado abierto a infecciones secundarias como la neumonía.
¿Cómo se previene el moquillo canino?
La vacunación es crucial para prevenir el moquillo canino.
Se administra una serie de vacunas a los cachorros para aumentar la probabilidad de desarrollar inmunidad cuando el sistema inmunitario aún no ha madurado completamente.
Evite las lagunas en el calendario de vacunación y asegúrese de que las vacunas contra el moquillo estén al día.
Evitar el contacto con animales infectados y la fauna silvestre
Tenga precaución al socializar cachorros o perros no vacunados en parques, clases de cachorros, clases de obediencia, guarderías para perros y otros lugares donde los perros puedan congregarse.
Los hurones como mascota deben ser vacunados contra el moquillo canino usando una vacuna aprobada por las autoridades sanitarias.
Asegúrese de que su perro haya completado su serie de vacunas. La vacuna para perros se llama vacuna contra el moquillo.
Si usted tiene un cachorro, asegúrese de que reciba su primera vacuna entre las seis y ocho semanas de edad. Asegúrese de mantenerlo alejado de cualquier perro o ambiente posiblemente infeccioso hasta que haya terminado con sus vacunas a los cuatro o cinco meses de edad.
Además, la limpieza y desinfección rutinaria de su casa (o perrera) asegurará que el virus no esté en el entorno de vida de su perro.